miércoles, 31 de agosto de 2011

Impacto del calentamiento global en Colombia

Impacto del calentamiento global en Colombia
La Universidad del Rosario analizará los principales impactos que puede provocar el cambio climático en el país y las oportunidades que ofrece el mecanismo de desarrollo limpio.
El calentamiento global se debe, en su mayor parte, a la acumulación en la atmósfera de gases de efecto invernadero, lo que genera una alteración climática en la mayor parte de las regiones del planeta, con notables repercusiones ambientales, sociales y económicas.
"Lo que aquí está pasando es mucho más grave de lo que se piensa. La civilización del siglo XX logró impactar de tal manera la biósfera, que hoy estamos al borde de no poder retornar, lo que representaría la pérdida de muchas especies y la modificación irreversible de las condiciones físicas y químicas del planeta", advirtió Manuel Guzmán Hennessey, investigador y profesor de la cátedra de cambio climático de la Universidad del Rosario.
La temperatura de los océanos cada día aumenta más, lo que está generando que los polos se descongelen y aumente el nivel del mar. Si éste subiera 6 metros, lugares como Florida, San Francisco, Holanda, Beijín, Shangai, Calcuta y Bangladesh, entre muchos otros, desaparecerían.
Dada la posición geográfica de Colombia y la población asentada de manera informal en lugares cercanos al mar, el país se hace vulnerable ante los cambios climáticos: posibles huracanes, modificación en los cultivos y en los alimentos y cambio en las tierras por las sequías y las fuertes lluvias, son los problemas que se enfrentarán como consecuencia del calentamiento global, dijo Guzmán.
Para el experto, la temperatura promedio de la tierra no debe aumentar en los próximos cien años 2 grados centígrados. "Estamos actualmente en 0.7, pero si sobrepasamos los 2 grados, el nivel del mar podría aumentar entre 2 y 5 metros, lo cual implica la inundación de muchas ciudades costeras como Cartagena, San Andrés, Buenaventura y Tumaco".
Con el objetivo de revisar las raíces de esta problemática desde los enfoques del desarrollo de los países industrializados, la evolución de las tendencias de armonización entre desarrollo, consumismo y ambiente y los escenarios del cambio climático con que hoy cuenta la sociedad, la Universidad del Rosario realizará un diplomado sobre cambio climático global, adaptación y mitigación, del 18 de mayo al 31 de agosto.
Este curso abarcará los aspectos más relevantes recogidos en las dos primeras partes del cuarto informe del Panel Intergubernamental de Cambio Climático de la ONU (IPCC) sobre los últimos avances conseguidos por los modelos de clima a escala global y regional y planteará, a partir de las evidencias científicas, las oportunidades que ofrece el mecanismo de desarrollo limpio y las acciones de la sociedad alrededor de la tendencia carbono neutral, junto con los principales impactos que podría provocar el cambio climático en Colombia.
Guzmán Hennessey, quien también asesora gobiernos y organizaciones en temas de calentamiento global, indicó que el diplomado permitirá adoptar políticas de prevención por parte de las empresas, haciendo que se involucren en el tema y tomen conciencia de la problemática. "Lo importante es que cada uno desde su disciplina, su trabajo, su hogar puede hacer algo", puntualizó.


Mineros en busca de oro están destruyendo el cauce del río Dagua en el Pacífico del Valle del Cauca en Colombia.
Fuente: Juan Carlos Chambo, CHM - Colombia

Las excavaciones se están realizando muy cerca de la Reserva Forestal que surte de agua a la ciudad portuaria Buenaventura. La organización comunitaria asentada en la vereda, Fundación San Cipriano, afirma que no permitirá el ingreso de mineros a destruir esta Área Protegida de la que derivan su sustento gracias al ecoturismo.

 
Práctica limpia: No mantengas prendidas luces innecesarias
Sabias queâ€? Según el Sistema de Información Estadístico, Delincuencial, Contravencional y Operativo de la Policía Nacional, en lo corrido del año han sido incautados 57.784 animales, que pueden costar cerca de 62.000 millones de pesos.

consecuencia del calentamiento global

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El efecto invernadero es provocado por gases que se han producido a lo largo de la historia del planeta y se producen actualmente como resultado de la compleja actividad geoquímica y bioquímica que caracteriza a la Tierra. 
 
La atmósfera de nuestro mundo desde sus primeros tiempos hasta la fecha ha experimentado notables variaciones en su composición.  Actualmente contiene, entre otros gases, dióxido de carbono, metano y óxidos de nitrógeno los cuales junto al vapor de agua son los responsables principales del efecto de invernadero. Como resultado de la intensa, y a veces irracional,  actividad del hombre sobre todo a partir de la Revolución Industrial se viene incrementando el contenido de estos cuatro gases en la atmósfera e incluso se ha acumulado una significativa presencia de otros como resultado de determinados desarrollos de la técnica. Lo cierto es que tales incrementos se reflejan en una intensificación del efecto invernadero natural.     

En los pasados cincuenta años las emisiones lanzadas a la atmósfera de dióxido de carbono, óxidos de nitrógeno, y metano, se han elevado en flecha, y un nuevo tipo de sustancia química, los fluorclorocarbonos, CFC, han sido introducidos como refrigerantes, solventes y propulsores de aerosoles, mostrando junto a su inercia química que los hacía parecer inofensivos, un poder destructivo de la capa de ozono estratosférica y una elevada capacidad para atrapar el calor. Así una molécula de CFC observa un poder absorbente de las radiaciones infrarrojas entre 12 000 y 16 000 veces mayor que el presentado por una molécula del dióxido de carbono. 
 Este gráfico muestra en que medida contribuye cada gas al efecto invernadero de acuerdo con su capacidad calorífica de absorción y la abundancia relativa en que se presentaban a fines del siglo pasado. Una notable diferencia se advierte en los datos considerados por fuentes diferentes.
 
Esta diferencia se explica por la relativa incertidumbre de las estimaciones cuantitativas acerca de las concentraciones de estas sustancias en las capas atmosféricas. 
 
En cualquier caso, se señala como el principal responsable al dióxido de carbono con un peso específico que se mueve en el intervalo del 55 % - 75 %. La mayor discrepancia, que explica la diferencia anterior, se aprecia en la estimación de la contribución relativa de los halocarbonos. Algunas fuentes le asignan el segundo lugar con un 24 % del efecto total mientras otras indican que de acuerdo con la reducción en la producción de CFC de la última década su contribución al efecto invernadero no va más allá del 5 %. Todas los reportes coinciden en atribuir aproximadamente un 15 % del efecto total provocado al metano. Y finalmente aparece la significativa contribución de un 5 % a los óxidos de nitrógeno.       
 
El dióxido de carbono entra en el ciclo natural del carbono, los animales lo emiten a la atmósfera en la respiración, las plantas lo asimilan en su labor fotosintética. La deforestación que ha sufrido el planeta viene afectando este ciclo, contribuyendo a la acumulación del dióxido de carbono en la atmósfera.  
 
La quema de los combustibles fósiles en las plantas generadoras de electricidad y por el transporte automotor ha disparado el lanzamiento de emisiones de CO2  a la atmósfera.  
 
El óxido de nitrógeno es un producto colateral en la producción del nylon, y es también emitido por los fertilizantes usados en la agricultura. 
 
El metano es emitido en las minas de carbón, en los yacimientos del gas natural así como en su distribución. También se produce en los depósitos de residuales y una quinta parte de todo el metano generado por la actividad humana proviene de la descomposición microbiana del material orgánico asociado con la producción del arroz. 

La gráfica de arriba revela claramente que es el CO2 el gas de invernadero con mayor responsabilidad en el calentamiento global antropogénico que sufre el planeta.. Desafortunadamente, conforme con el cuadro de desigual desarrollo e irracional consumo que caracteriza a nuestra sociedad contemporánea se puede apreciar que "las contribuciones" a este calentamiento global del planeta es bien diferente según el área geoeconómica.

La figura revela como los países industrializados presentan los índices absolutos y percápita más altos de emisión de CO2. El liderazgo absoluto lo tiene los Estados Unidos de América con un consumo energético equivalente a la emisión de unas 20 toneladas de C02 anualmente. En términos de eficiencia se considera la Europa Occidental como "un eficiente consumidor", ocho toneladas por habitante por año.

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Escenario A 
Cantidad de las emisiones de CO2 si cada región consumiera con el índice per cápita de Europa Occidental.  
Escenario B  
Cantidad de las emisiones de CO2 si cada región consumiera con el índice per cápita de China o América Latina, algo más de 2 toneladas por año.
      
Si todos en esta nave planetaria tuviéramos un índice de emisión equivalente a la eficiente Europa entonces nuestra atmósfera recibiría el equivalente a 1,7 veces la cantidad de CO2 que al final de siglo pasado debió recibir. Y si se produjera la impensable reversión de que todos emitiéramos con un per cápita equivalente al de nuestra América Latina, entonces estaríamos reduciendo la emisión del CO2 a un 40,8 % de lo lanzado en el 2000.
A pesar de los datos presentados anteriormente, es una preocupación de los países del Norte, el incremento que se viene produciendo en las emisiones de CO2 de los llamados países en vía de desarrollo.        
Región
Población
en millones
Emisiones
10 ton-año 
Escenario 
A
Escenario
B
a
Estados Unidos
278
5,4
1,9
0,4
b
Europa Occidental y 
Canadá
488
3,8
3,6
0,8
b
Japón, Australia y 
Nueva Zelanda
162
1,2
1,1
0,3
b
Europa Oriental y
Norte de Asia
439
5,1
3,2
0,8
b
China y naciones del
Este Asiático
1 634
3,8
9,7
2,3
b
Medio Oriente
131
0,5
1,0
0,2
b
África
951
0,52
5,0
1,2
b
América Latina
632
1,4
3,4
0,8
b
India y Sudeste 
Asiático
1998
1,8
11,8
2,8
b
Totales
6 746
23,5
40,7
9,6

miércoles, 24 de agosto de 2011

El calentamiento global

El calentamiento global es un término utilizado para referirse al fenómeno del aumento de la temperatura media global, de la atmósfera terrestre y de los océanos, que posiblemente alcanzó el nivel de calentamiento de la época medieval a mediados del siglo XX, para excederlo a partir de entonces.[2]
Todas las recopilaciones de datos representativas a partir de las muestras de hielo, los anillos de crecimiento de los árboles, etc., indican que las temperaturas fueron cálidas durante el Medioevo, se enfriaron a valores bajos durante los siglos XVII, XVIII y XIX y se volvieron a calentar después con rapidez.[2] Cuando se estudia el Holoceno (últimos 11,600 años), el IPCC no aprecia evidencias de que existieran temperaturas medias anuales mundiales más cálidas que las actuales.[2] Si las proyecciones de un calentamiento aproximado de 5 °C en este siglo se materializan, entonces el planeta habrá experimentado una cantidad de calentamiento medio mundial igual a la que sufrió al final de la Glaciación wisconsiense (último período glaciar); según el IPCC no hay pruebas de que la posible tasa de cambio mundial futuro haya sido igualada en los últimos 50 millones de años por una elevación de temperatura comparable.[2]
El calentamiento global está asociado a un cambio climático que puede tener causa antropogénica o no. El principal efecto que causa el calentamiento global es el efecto invernadero, fenómeno que se refiere a la absorción —por ciertos gases atmosféricos; principalmente CO2— de parte de la energía que el suelo emite, como consecuencia de haber sido calentado por la radiación solar. El efecto invernadero natural que estabiliza el clima de la Tierra no es cuestión que se incluya en el debate sobre el calentamiento global. Sin este efecto invernadero natural las temperaturas caerían aproximadamente en unos 30 °C; con tal cambio, los océanos podrían congelarse y la vida, tal como la conocemos, sería imposible. Para que este efecto se produzca, son necesarios estos gases de efecto invernadero, pero en proporciones adecuadas. Lo que preocupa a los climatólogos es que una elevación de esa proporción producirá un aumento de la temperatura debido al calor atrapado en la baja atmósfera.
El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC de la ONU) sostiene que: «la mayoría de los aumentos observados en la temperatura media del globo desde la mitad del siglo XX, son muy probablemente debidos al aumento observado en las concentraciones de GEI antropogénicas».[3] Esto es conocido como la teoría antropogénica, y predice que el calentamiento global continuará si lo hacen las emisiones de gases de efecto invernadero. En el último reporte con proyecciones de modelos climáticos presentados por IPCC, indican que es probable que temperatura global de la superficie, aumente entre 1,1 a 6,4 °C (2,0 a 11,5 °F) durante el siglo XXI.[4]
Por su parte, el Protocolo de Kyoto tiene como objetivo la estabilización de la concentración de gases de efecto invernadero para evitar una "interferencia antropogénica peligrosa con el sistema climático".[5] Fue adoptado en las Conferencias de Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo y promueve una reducción de emisiones contaminantes, principalmente CO2.
Según distintas encuestas, existiría una mayoría de investigadores a favor de la teoría antropogénica del calentamiento global: el 75%, según las estimaciones más optimistas de Naomi Oreskes en 2004. Pese a ello, las cifras de Oreskes han sido muy cuestionadas.[6] La encuesta de STATS (2007) muestra un 97% de científicos que aceptan la existencia de un calentamiento, un 74% que considera demostrado científicamente la influencia atropogénica en el clima y un 54% que considera que el calentamiento de los últimos 100 años es superior al que debería haberse producido de forma natural.[7] Más allá del mundo científico, existe un intenso debate político sobre la realidad, de la evidencia científica del mismo. Por ejemplo, algunos de esos políticos opinan que el presunto consenso climático es una falacia